jueves, 25 de junio de 2020

Póngase en las manos de Dios

No hagamos de esta situación algo tan complicado.

Todos los días, por ejemplo, cuando despierta en la mañana, haga una oración sencilla al Creador.

Dígale: ¡Gracias Jesús por la vida que me das!  ¡Recibe toda la gloria y adoración!  ¡Aleluya!  ¡Aleluya!  ¡Aleluya!  

Diga el Padrenuestro y aunque sea un Salmo, podrían ser los más populares: Salmo 1, 23, 25, 27, 51, 91 y otros.

Pídale a Dios por su familia, por usted y por quienes lo desee. La oración es suya.

El único requisito es hacer la oración como usted quiera, pero, que le salga del corazón y sea sincero con Dios.

La oración está al alcance de todo mundo, en cualquier momento y lugar… Jesús siempre la oye (aunque la haga en su mente).

 

Por: Eric Aragón






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