jueves, 9 de julio de 2020

El poder de la oración

No hay nada tan potente como la oración. Y lo irónico es que está al alcance de todos los mortales.

La oración no requiere dinero ni clase social ni elegancia… ni siquiera pertenecer a una determinada iglesia o ser creyente, ¡absolutamente nada!

Muchos individuos que se vanaglorian de ser ateos o que no son creyentes en la Fe Cristiana; y otros llenos de riquezas que sólo creen en el dinero, a la hora de su muerte, si tienen la oportunidad de estar conscientes, por el temor a lo desconocido después de la muerte, harán una oración a Dios. No lo duden, el más fuerte ante la muerte se doblega.

Todo lo que usted necesita para hacer una oración de fe es, simplemente, hacerlo.

Diga un Salmo o el Padre Nuestro, y comience en el nombre de Jesucristo a hablar con Dios.

 Explíquele todo lo que usted siente y desea, y Él hará lo mejor para usted.

Tenga la seguridad de que su oración, si fue sincera, no será en vano.

Dios hará lo que tenga que hacer por su bien; aunque algunas veces no es lo que pedimos, porque lo hacemos mal; sin embargo, Dios y su Hijo, saben lo que necesitamos.

Amén. Así sea… En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


¨Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres;
por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador…¨
    

1Timoteo, capítulo 2, versos 1-3


¨Sin fe es imposible agradar a Dios¨


Por: Eric Aragón

 


jueves, 25 de junio de 2020

Póngase en las manos de Dios

No hagamos de esta situación algo tan complicado.

Todos los días, por ejemplo, cuando despierta en la mañana, haga una oración sencilla al Creador.

Dígale: ¡Gracias Jesús por la vida que me das!  ¡Recibe toda la gloria y adoración!  ¡Aleluya!  ¡Aleluya!  ¡Aleluya!  

Diga el Padrenuestro y aunque sea un Salmo, podrían ser los más populares: Salmo 1, 23, 25, 27, 51, 91 y otros.

Pídale a Dios por su familia, por usted y por quienes lo desee. La oración es suya.

El único requisito es hacer la oración como usted quiera, pero, que le salga del corazón y sea sincero con Dios.

La oración está al alcance de todo mundo, en cualquier momento y lugar… Jesús siempre la oye (aunque la haga en su mente).

 

Por: Eric Aragón